E N T R A D A S
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E T I Q U E T A S


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17 de julio de 2010

JUCECA - HABLANDO CON EL OTRO



A veces pienso que Juceca ha tenido una desgracia, que es la de estar clavado a Don Verídico. 
El personaje se comió al autor y para muchos, Juceca y Don verídico son la misma persona.
Y Don Verídico es una creación magistral, pero hay otro Juceca, que muchos no conocen. Que escribía cosas que no tienen nada que ver con el mundo del boliche "El Resorte".
Por eso quise colgar este cuentito, que levanté del libro "La Duvija, el Tape Olmedo... y un quesito pa'picar"
El libro fue editado por Planeta en Setiembre de 2009.
El "quesito pa' picar" son estos cuentos incluidos en el libro como segunda parte y que no son de Don Verídico, sino de Julio César Castro.
Flor de escritor, aura que dice.




HABLANDO CON EL OTRO

Comienzan a caer las bombas.
Los locos se niegan a reconocer su locura, y yo me niego. Si me niego es porque estoy loco, lo reconozco. Si lo reconozco es porque no lo estoy. Y así sucesivamente. Pero hay síntomas. Los hay. No son muchos, pero son. De pronto me da por escribir corto. Frases cortas. Como esta. Nada de extenderse. Dos palabras y un punto. Algo anda mal. Porque así como le escribo corto me salen parrafadas, y no puedo parar, como si no hubiese puntos disponibles y tuviera que arreglarme con alguna coma desocupada, hasta que avizoro un puntito negro por allá lejos y lo persigo, y lo atrapo, y lo aplico, así. No estoy solo. Comienzan a caer las bombas. Cerca de mí se para un tipo y habla. Hace ademanes y habla. En una mano un bolso y en la otra los ademanes. No habla con un celular. Habla con el otro. Hace pausas. Lo escucha. Arremete de nuevo. Se ofusca. Comienzan a caer las bombas. No le entiendo qué dice. Acalorado habla. Le reprocha algo al otro. Ahora se calma. Habla normal. El otro no es para mí visible. Pero yo sé que está allí. Hablando con el tipo del bolso en una mano y los ademanes en la otra. ¿El tipo lo ve al otro? No sé. Es probable. La gente habla con fantasmas. Yo también. Usted, por ejemplo. Le hablo y no lo veo. Le hablo, le escribo; da lo mismo. Comienzan a caer las bombas. Los niños hablan solos.  Solos no, con los otros niños, que son ellos. La niña rezonga a su muñeca. La muñeca entiende. Algo anda bien. Cada día hay más gente hablando con el otro. Eso es bueno. El encierro, el mutismo, el silencio, es malo. El otro entiende todo. Y si no entiende usted le explica. Es bueno poder explicar. Desembuche, compañero. Una señora le tira de la oreja al hijo. El niño berrea, la mujer le sigue tirando de la oreja y le dice que se calle. Pasa una estruendosa pala mecánica. Se disparan las alarmas de varios autos estacionados. Comienzan a caer las bombas. Ululan. Gritan, avisan, llaman, alarman. Dos perros sensibles se pelean. Simulan tirarse tarascones. Los dueños los llaman por sus nombres. Los separan. Hablan amistosos entre ellos. Los perros se olfatean las colas. Ahora quiero estar en el Rosedal del Prado. Junto a la fuente de modesto chorrito de agua que se eleva y cae sobre sí mismo. . Ahí dónde llegan los pájaros a bañarse. Chapotean, salpican, beben, van y vienen. Alguien con una tijera se dispone a cortar una rosa. Comienzan a caer las bombas. Vuelan palomas sorprendidas. Una parejita se jura amor eterno. Se miran a los ojos. Se inventan. No conocen la trampa. El musgo sobre la piedra lisa. El del paquete se aleja explicándole al otro. Se disparan los perros. Aúllan las alarmas. El niño cuelga de la mano materna en continuado berrinche. La niña rezonga a su muñeca. Los misiles surcan el cielo de Bagdad. El chorro de agua de la fuente se eleva, modesto, fresco, limpio, y cae sobre sí mismo.
JULIO CÉSAR CASTRO

11 comentarios :

  1. La verdad es que es un señor cuento. Esas sensaciones e imágenes yuxtaponiéndose y rodeándolo que son las del acto de escribir.
    Siempre me gustó Juceca. Andás iluminado, Santi; o sea, andás clarito.

    Del dibujo con su retrato no te digo nada porque después vos no te lo tomás en serio.

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  2. Qué delicia esa parrafada, con "comas desocupadas" y el salvador "punto" del final.
    Y los toques cortos, también.
    Propongo título alternativo: "Los divagues del Juceca".

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  3. Ya te tengo rezongado por poner textos escritos por otros, cuando vos escribís que es un gusto leerte. Igual no me das bola, y seguís colgando textos ajenos, como si este blog fuera el tuyo, y pudieras hacer con él lo que se te cantara en las bolas. Pero esta vez te perdono. Con Juceca me podés, qué querés que te diga. Bueno, vos no querés que te diga nada, y yo no te estoy hablando a vos, sino que estoy escribiendo esta parrafada porque no me acuerdo en qué parte del teclado está el puno final. Encontré el punto y seguido, pero no es lo mismo.

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  4. No me riñáis. Primero he observado esa cara, esos ojos como...de sorpresa. Como si al mirar, su mente comenzara rápidamente a maquinar. Un bigote interesante, pensé. Pero, ni idea de quién podía ser. Luego leí tu introducción y supe que tenía que hacer mis deberes, pero los dejé para el final, como siempre. Y me leí el cuento. Yo también me niego, lo reconozco...Y así llegué al final, preguntándome cómo puede ser que la vida prosiga mientras las bombas caen. No dejan de caer, me dije. Una narrativa de las que enganchan. Y luego hice mis deberes. Comparé distintas fotografías con tu dibujo y pensé que no me importaría dejarme "pintar" por alguien capaz de dar vida a los ojos. También descubrí quién era Verídico, y que seguramente era muy verídico.
    Un placer descubrir a Juceca de tu mano. Pero como dice, Andrea, en este espacio una siempre espera leer los cuentos de Santi.
    Saludos a todos

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  5. Carmen Jiménez:

    Yo hace 32 años que deseo que Santi me pinte,porque sé que es
    capaz de darle vida a mis ojos.
    La esperanza es lo último que se pierde. Capaz...algún día...
    Besos

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  6. Muy bueno Santi, el dibujo está a la altura del cuento. Ambos vuelan.

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  7. La verdá, sin desmerecer a nadie: cuando entro aquí disfruto mucho también de los comentarios.

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  8. Qué dibujo, por favor, qué bueno! A mi Juceca me encanta. Ahora no tengo tiempo de leerlo acá y comentarlo acá,pero tengo el libro y es muy bueno.
    Otra cosa, a mi los personajes del Boliche El Resorte y todo ese mundo de Don Verídico me parece extraordinario, pero con Los guapos me saco el sombrero. Besos

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  9. Santis Casrerum 26/11/2018
    Soy el sobrino y ahijado, lo extraño, no debió irse sino mucho después, pero se empezó a morir cuando murió Zitarrosa. Cuando leo al tío o escucho a Alfredo no puedo impedir que me corran las lágrimas, algunas de risa pero siempre con tristeza. Siempre vos y mamá juntos viven conmigo.

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