E N T R A D A S
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E T I Q U E T A S


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18 de octubre de 2010

NARANJAS

Para qué mierda digo,
escribiría
un poema sencillo
un poemita
que le diera envoltura a las visiones
que tienden a esfumarse como todas
en el aire sospechoso de la tarde.
Para qué,
para qué mierda, pienso,
si la naranja está ahí como una idiota
ignorando su química condena
si parece que sólo yo la veo
y que a mí, solamente a mí me importa
que se empiece a pudrir en un segundo.
Y no tendré el coraje y la nobleza
de quedarme para ver cómo terminan
la alquimia sorda y la dudosa magia
de trasmutar la joya en mancha inmunda.
Por no ver tantos espejos.
Por eso nos comemos las naranjas.

16 comentarios :

  1. ..por eso andamos también como mendigos Midas, tratando de trocar en verso el instante, en brillante el verso y en tiempo muerto, ese fulgor

    hermoso poema, inspirador
    un abrazo Santi

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  2. Para qué mierda voy a mentirte a ti, si no comprendo a la naranja. Sólo sé que su color me trae el color del mar anaranjado de Valencia, el color que se extiende en una mancha y toca con mi pensamiento la orilla del recuerdo.
    Para qué mierda voy a contarte que las mejores naranjas surgen del mediterráneo y llegan aquí ya sin su jugo.
    Ni qué hablar de espejos donde sólo veo manchas.
    En fin...que tendré que volver a leer el poema y/o los comentarios que puedan aclararme un poco más sobre el origen de las naranjas.
    ¿Con que un poema sencillito, eh?

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  3. Por eso, por puro escapismo escribimos poemas... y quién puede reprochárnoslo, quién puede echarnos en cara no querer quedarnos a ver la luz, ser los últimos en apagar la luz...

    María

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  4. Andá a saber qué escalofríos le erizan la piel a la naranja cuando nos ve cuchillo en mano.
    Pero eso jamás le impide regalarnos su dulzura.

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  5. ....y porque calma todas
    las sedes y poco importa el después ...

    salú Santi!

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  6. Y que sentido tiene la naranja? Y que sentido tiene todo mas que el que nosotros le damos? Y un poemita, un poema sin importancia, puede ser en el fondo el diamante agazapado adentro del carbón.. Quien sabe.. Yo no comprendo a la naranja, pero se que ella me comprende, quizás mas que nadie en la soledad de la cocina..

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  7. Bueno, sólo quería postear (cosa que me es prohibido circunstalcialmenete), algo que tengo preso en la garganta.

    En lugar de hacerle un poema a la naranja, no es mejor, darle un poema a las Arias de Mozart?
    Cosa que lo tiene embutido en
    Forma y entrega hace unos días?.
    Será porque yo soy un amante de Mozart, y deseo de quien sabe escribir, algo referente a Mozart, debía de hacerlo?.
    Yo estoy transcribiendo otras Arias para otra Orquesta.
    Pero no es mi tema.
    Yo sólo pregunto: "Es más importante la naranja, que las Arias de Mozart.?
    Ya sabemos que la que vemos, lo qué nos da, el usufructo de ellas, sin importarnos qué es la naranja.
    Lo importante es: "qué disfrutamos de ella, qué emociones nos trae, qué sentimientos tenemos hacia ella, o a lo que nos transporta, pero...? ...y las Arias de Mozart, no merecen un poema?.

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  8. Don Santi:
    por qué carajo no paso más asiduamente por su blog?

    Cosas de la vida.

    El tiempo lindo para pescar me lleva muy lejos de mis preocupaciones artísticas y mucho más de esa dama que me domina en el invierno :la computadora.

    Su poema trajo a mi memoria los bodegones de Cezzane.
    Una cosa lleva a la otra y es así que por no andar falto de pescado anduve revisando el tema en la Interné.
    Le copio de la que ahora es mi enciclopedia aunque no tiene toda mi confianza y que es la Wikipedia:

    "En el siglo 16 fue popular la pintura de «vanidad» o vanitas, en las que suntuosos arreglos de fruta y flores, libros, estatuillas, jarras, monedas, joyas, pinturas, instrumentos musicales y científicos, insignias militares, cristal y plata finos, estaban acompañados por recuerdos simbólicos de la fugacidad de la vida. Así, un cráneo, un reloj de arena o de bolsillo, una vela consumiéndose o un libro con las páginas vueltas, servirían como un mensaje moralizante de lo efímero de los placeres de los sentidos. A menudo varias de las frutas y flores se muestran comenzando a pudrirse o decaer para insistir en la misma consideración".


    Don Santi:
    su naranja casi podrida expresa el mismo miedo que me asalta de vez en cuando:corta es la vida y a mí me debe andar faltando poco.



    Saludos desde la Paloma Beach

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  9. Después de varios días trabajando como un puto (partiendo del supuesto de que los putos trabajan mucho), después de esos días de intenso laburo digo, me hago un tiempito para contestar a los amigos que han tenido la gentileza de comentar este infeliz posteo.
    Si hay un posteo que lleva con propiedad la denominación de infeliz, es este. Porque uno ha llegado ya al punto en que pone cualquier cosa por poner algo.
    Bueno, no por nada esto se llama "los divagues".
    Uno ve una naranjita ahí y se le ocurren cosas. Pero es evidente que no a todo el mundo se le ocurren las mismas cosas.
    Y algunos se preguntan qué carajo le está pasando a este tipo que escribe terrible gansada sobre una naranja. Y otros, que siempre comentan, esta vez no, optaron por el silencio piadoso. Gracias.
    Algunos captaron el bastante obvio e ingenuo simbolismo y me dejaron algún comentario amable.

    CAROL se da cuenta que no siempre que se escribe sobre la muerte y el amor se escribe sobre la muerte y el amor, a veces no decir puede decir más que decir. No sé. O no.

    CARMEN prefiere su mar anaranjado de Valencia. Y tiene razón.
    En lo que no tiene razón es en lo de las naranjas. La mejores son de Salto, en Uruguay. ¿Tienen allá naranjas de ombligo? Ah, y en Brasil hay unas naranjas, de las que olvidé el nombre, que de tan dulces no parecen naranjas.

    MARÍA, no sé si es por escapismo. En realidad no hay manera de escaparse.

    ANDREA, siempre fue algo muy tuyo esa truculencia en la relación de frutas y verduras con afilados cuchillos. Recuerdo un cuento erótico-culinario que escribiste una vez que te ponía los pelos de punta.

    LUCÍA, es cierto, el después importa poco, pero vivimos obsesionados por él.

    ROSE, tu naranja es más solidaria que la mía. Se preocupa por entenderte. La mía es más egocéntrica

    BEA, no se le escribe un poema a la poesía sonora en estado puro. Que eso y no otra cosa es la música de Mozart. Un misterio más allá de las palabras. ¿Quién tendría el genio de escribir algo que no suene boludo acerca de la música más música de la historia? A Mozart los mortales solamente podemos escucharlo, y algunos elegidos, muy pocos, tienen el don de poderlo interpretar. Hagamos silencio para que pueda sonar.

    ARCHIMBOLDO, tenía que venir usted, el hombre de La Paloma, con su bagaje cultural, para arrojar luz sobre este pobre poemita. Usted sí que lo entendió. Es tal cual.Es lógico, si pensamos que es usted un hombre totalmente frutal.
    Y si de referencias culturosas hablamos, más que en Cézanne, después que escribí lo de la naranja, pensé en Greenaway.
    Y también ahora pienso en qué difícil es para uno liberarse del S. XVI y hasta del XV(pienso en Manrique) y cómo a pesar de todos los posmodernismos y postodo y todos los derridas y deleuzes, seguimos en la misma, no podemos explicarnos qué carajo estamos haciendo aquí y porqué mierda tenemos que irnos más pronto que tarde. Me acuerdo que una vez siendo muy joven, le dije a Poema Vilariño: "la vida es tan corta, no me va a alcanzar para nada..." y la loca me contestó: "No, Santiaguito, es demasiado larga..." Ella ya estaba podrida de la vida. Como la naranja.

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  10. La tarde es una naranja
    A veces dulce a veces agria
    La mancha es la noche
    Esto no lo habrá dicho el Joyce
    Bueno lo dice jorge
    Que también para Poe
    El cuervo era una joya
    Por eso comemos las naranjas
    Tienen dentro el mecánico
    Espejo de las horas…
    Usted vio el fuego de la tarde
    Que se volvía negro arte jajaja
    Lo mejor que hago es saludarlo
    Un abrazo. jorge

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  11. Los espejos, como siempre, somos nosotros mismos allá atrás. Las naranjas también.

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  12. Hola JORGE:

    Tanto tiempo.
    Lindo jueguito hiciste con mis letras. No sé porqué me quedé imaginando al cuervo de Poe picoteando una naranja mientras le decía never more never more.
    Un abrazo grande.

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  13. Querido JUAN:
    No me jodas, qué me van a extrañar.
    Yo sí extraño los quilombos y las caras de culo. Je je.
    En realidad extraño las charlas contigo en Bacacay y los cambios de vidriera en La Lupa. A vos prefiero encontrarte en algún arroyo, haciendo una tararira a la parrilla. Ya se va a dar.
    Cuando voy a la Ciudad Vieja nunca agarro por Bacacay, me desvío y voy por Bartolomé Mitre, para no encontrarme con nadie.
    Sabés una cosa? que desde que no voy por allá me entraron ganas de hacer música. Yo solo, aquí en casa, para mí.
    Un abrazo.

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  14. Tienes razón Santiago. No conozco el sabor de las naranjas de Salto, ni el sabor de las naranjas brasileñas, aunque mil veces mi hermana trató de reproducirme, pero lo cierto es que disfruto con el punto ácido de la naranja sea de donde sea.
    Ahora tengo la mirada puesta en esa esquina de la que tampoco yo me puedo olvidar.
    Ayer pasé la tarde con un compatriota vuestro y fue delicioso poner melodía a vuestras palabras.
    Un abrazo.

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  15. Ah... sí, el poema erótico-macabro de la compota de peras...

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