E N T R A D A S
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E T I Q U E T A S


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26 de febrero de 2010

Tomo y obligo


   El tipo estaba ahí, sentado en el bar pero con pinta de no querer estar, como con un desasosiego, yo qué sé, mucha bola no le di. El tipo tenía un cuaderno en la mesa y dale que va con la birome, con ese gesto de escribo no escribo.
Pensé que estaría escribiendo una carta para una mina, o, más probable, estaría por hacer las cuentas de algún negocio. Porque ya casi nadie le escribe una carta a una mujer.
Así que cero bola -a pesar de o justamente porque el tipo me miró con ojos ansiosos cuando entré- y me puse de espaldas en el mostrador para evitar que el loco me jodiera ese momento de soledad que disfruto tanto en los bares, una coca, una muzzarella con pimienta, una leidita por arriba al diario. Una soledad falsa, con gente y ruidos, la soledad que uno realmente busca para que la verdadera soledad no lo haga pelota. Pero no me gusta que me jodan. El gordo todavía no me había atendido. Y justo el pinta agarra, se levanta, se acerca al mostrador y yo, que lo veía reflejado en el espejo atrás de las botellas me la vi venir. La cosa era conmigo. Como siempre. Tengo un imán para los tipos que están al pedo en los bares o en la calle. Yo qué sé, inspiro confianza, tengo cara de idiota que escucha. Y me preparé para oír alguna pena de amor. “Tomo y obligo” me dije. El ambiente se prestaba para eso, mostrador, foto de Gardel amarillenta en la pared, Dogomar en un recorte de diario amenazando una piña, un poco más arriba. Bastante tanguera la escenografía y esa jodida debilidad mía de no querer herir a las personas.

Y el tipo va y me dice: ¿se tomaría una conmigo? Soy escritor y necesito su ayuda.

Ahí casi lo mando a cagar. No hay cosa que me joda más que los escritores de boliche. Me parecen falsos. Pero cierta expresión desesperada en los ojos del tipo me ablandó.

-¿En qué podría ayudarlo yo?-le dije-no estoy en el tema de la literatura o de editoriales.

-No, es que cualquiera me sirve, ¿usted cree que los escritores toman pastillas para dormir?

-Yo qué sé, los que conozco en general son medio borrachos y duermen bien.

-Bueno, entonces tengo razón en lo que pienso, seguro que los tipos no toman pastillas para dormir, por eso escriben como escriben, digo los escritores en serio, esos que siempre tienen tema, porque por ejemplo yo hace como diez años que no sueño cuando duermo, porque tomo pastillas y no sueño y entonces cuando escribo, escribo estupideces.

-¿Y eso qué tiene que ver?-le pregunté.

-Todo-me dice el tipo- porque nadie puede negar que la vida actual, por lo menos la de uno, clase más o menos media digo, que es la de la mayoría de los escritores, cuando uno está despierto, es bastante estúpida en general, la vida digo, aunque uno pueda tener un accidente o quedar varado en una zona roja a las tres de la mañana por idiota y perder el último ómnibus. En esos casos es mucho más interesante lo que uno se imagina que le puede pasar, que lo que le termina pasando. Y los miedos suelen ser más interesantes que las desgracias reales. Casi siempre las desgracias reales no tienen misterio; tienen dolor y tienen muerte y tienen mugre y tienen enfermedad o tienen hambre o tienen desesperación y son casi siempre en blanco y negro.
El miedo tiene misterio, la concreción del miedo no. Por eso soñar está bueno y es casi la única posibilidad de tener aventuras. Y muchas veces los sueños son en colores.

(al llegar a este punto la filosofía delirante del tipo ya me tenía un poco fastidiado)

-Bueno, debe tener razón usted, pero sigo sin entender en qué lo puedo ayudar-le dije.

-Es que el otro día soñé. Es mi oportunidad de escribir por fin algo. Soñé cuando logré dormir un poco sin whisky y sin pastillas pero no lo puedo escribir. Lo escribiría si me acordara bien, pero no me acuerdo bien. Por eso no lo escribo. Y ahí es cuando entra usted...

-¿Cómo yo? No pretenderá que yo se lo escriba.

-No, es que lo necesito a usted para contárselo, justamente porque no me acuerdo bien, necesito que suenen las palabras en el espacio y en su cabeza o en la de alguien antes que en la mía, ese es mi problema, no puedo escribir nada que no haya sonado antes, antes de escribir las palabras, intentarlas, inventarlas, porque al final de cuentas no hay forma de acordarse bien de nada. Es como dibujar en el aire. Porque un sueño, aunque inventado, siempre es un sueño. Al sueño se lo inventa siempre un poco al recordarlo e irlo armando en pedacitos, las pocas veces en que tomando el café en la mañana empieza a disiparse esa como bruma que siempre envuelve a los sueños y las partes empiezan a encajar como pueden, pero ese momento se me pasó y por eso lo necesito a usted. Así que escúcheme, solamente escúcheme...

    “...la mugrienta perra gorda se me acercó con el paso oscilante y distraído de las perras gordas. No me gustaron los ojos chicos de brillo apagado y llenos de lagañas, que no me miraban de frente. Perra redonda, de esas panzonas, el lomo plano de tan ancho, de patas cortas y pelo corto en el que la mugre se nota mucho más que en los perros peludos y yo les tengo miedo a los perros, miedo adquirido en mis tiempos de cartero en bicicleta por los barrios marginales, y la perra se me acercó y se echó a mi lado en la colchoneta rotosa esa en la que yo estaba acostado esa noche en ese corredor y no pude moverme ni salir de la situación a pesar de notar claramente la garrapata bastante grande que el inmundo animal tenía incrustada en una oreja pero yo estaba paralizado de asco y miedo. Miedo a no entender, a no saber que hacía yo en el corredor y en la colchoneta y además era como un corredor vereda, quiero decir que estaba adentro, pero daba también hacia afuera, y el afuera era tan oscuro y vacío que era preferible pensarlo como un muro negro, para no enloquecer, con piso de layota el corredor y del lado del adentro esas paredes de ladrillo sin revoque, asentados con barro, esos ladrillos libro grandotes, coloniales, que hoy no existen y la puerta podrida coronada por el mediopunto tan deteriorado y por caerse que pasaba una luz naranja por entre las fisuras de los ladrillos y el gordo ese ahí, recortado en el umbral, igualito a aquel armenio carpintero del barrio que siempre tenía aserrín en los pliegues de su gordura formando una pasta con el sudor y que exhalaba un olor diferente a todo, medio parecido al de la perra que ahora se apretaba a mi costado, pero más ácido, el olor del gordo digo, con unos gruñidos que no sé si eran de cariño o simplemente amenazadores, los de la perra.

Y a mí se me puso que el gordo era un hijo de puta y se me puso que detrás había alguien, detrás del gordo digo, pero el cuerpo del tipo tapaba toda la puerta y no me dejaba ver y yo no me atrevía a moverme para ver lo que había detrás porque tenía miedo que la perra me mordiera, esa perra color marfil que en realidad era blanca pero la mugre la volvía marfil viejo y esas tetas obscenas porque las tetas de las vacas nunca son obscenas pero las de las perras muchas veces sí, esa forma de alinearse, chatas y colgantes unas más grandes y otras más chicas como la loba de Rómulo y Remo que siempre me dio asco. Y el gordo así parado, recostado al marco de la puerta, que me miraba sin verme como si la perra estuviera recostada sola en la colchoneta mugrienta, y que tanto me miraba sin verme que llegué a pensar que quizá yo no estuviera allí.

Y ahí fue cuando la vi a la mujer detrás del gordo, la vi aunque yo no me había movido o la vi porque se movió la casa o se movió el marco de la puerta o no la vi con los ojos o el gordo era transparente y era delgada la mujer y tenía un pañuelo al cuello con lunares amarillos y era tan joven, que sentí algo punzante en el estómago cuando miré sus nalgas a pesar de estar ella de frente, las nalgas erizadas de pellizcones violetas, aleopardadas de hematomas, reflejadas en el espejo ovalado al fondo de la pieza de techo de chapa y sin cielorraso. Y lo peor sin embargo no era eso, lo peor era ese pelo corto marfil hediondo de la perra pegado a mi costado, porque acabo de recordar de que yo estaba desnudo, pero lo jodido era sentir eso, la picazón de la piel y la picazón del miedo, tenía miedo de transpirar y que la pestilencia de la perra se mezclara con mi sudor y me invadiera para siempre, pero ya estaba transpirando incontenible, mientras veía la camiseta igual de amarillenta y repugnante del gordo, pelirrojo, el de la cara rara de tan familiar, inaceptable familiaridad, con su sudor de sierra y pinotea en cada pliegue y cada poro y cada peca, y la cara esa cara. Pero lo jodido, lo más jodido, era el olor insoportable de mi cobardía mientras trataba de quedarme absolutamente inmóvil para que la perra que gruñía amenazadora o lasciva no oliera mi terror y el gordo no percibiera mi presencia, aunque seguro que ya la estaba notando y justamente por eso se dio vuelta con los ojos vacíos de sentido, se sacó el cinturón, entró en la pieza y porque sí, empezó a golpear a la mujer con la hebilla.

A la mujer violeta debajo de la luz naranja reflejada en el espejo ovalado que se proyectaba en el corredor de piso de layotas rojas a través del marco de la puerta coronada por el mediopunto de ladrillos biblia asentados con barro casi por desmoronarse que dejaban filtrar la luz.

A la mujer que mi cobardía no me permitía auxiliar y cuyas nalgas llenas de moretones que se me metieron por los ojos reflejadas en el espejo ovalado me produjeron una erección que me llenó de terror al pensar que la perra podría notarla, a la erección digo, y todo terminaría en una sangrienta, zoofílica y desgarradora fellatio y me llenó de terror haber quedado desnudo tan blanco ante mi vista y verme finalmente verme.

Mi cobardía me llenaba de un desprecio tan hondo por mí mismo que dolía.
Mi grotesca lujuria con vida propia que despreciaba mi miedo, mi espanto y mi vergüenza, me horrorizaba sin dejar de satisfacerme.

Y entonces la luz naranja se hizo más fuerte como si el espacio entre los ladrillos se agrandara, como si los muros estuvieran por caerse y rayos naranja cruzaron el corredor y se clavaron sobre la colchoneta y sobre la perra y sobre mi desnudez blancuzca y sobre las layotas gastadas y sobre el muro de oscuridad y el ruido de los golpes del cinturón resonó en el corredor y la silueta lila de la mujer se contorsionaba como una bailarina balinesa proyectada con un halo naranja sobre el rojo pardo viejo de las baldosas .

Y me dormí dentro del sueño y soñé que ya no era cobarde, que con mis dedos crispados y dueños de una inesperada y gozosa fuerza desgarraba la tráquea de la inmunda perra y la daba contra el piso aflojando las baldosas con el peso muerto de su redondo cuerpo repugnante, aplastándola, castigándola por mi perversa cobardía y que con una baldosa en la mano trasponía, traspuse ya sin miedo aquella puerta, destrocé el siniestro espejo ovalado y con un pedazo del mismo con forma de alfanje degollé al maloliente gordo, que ya sin su perra cancerbero había perdido toda energía, tomé a la mujer por la cintura con suavidad, para compensar la violencia y el dolor que segundos antes había sufrido, la cargué dulcemente sobre mi hombro sintiendo la tibieza de su carne lastimada y corrí y corrí por el corredor y traspasé y traspasé el muro blando y pegajoso de la oscuridad y después los pasajes de un confuso y miserable caserío hasta encontrar la luz blanca y protectora de la avenida, el amparo dudoso de las sombras que laten detrás de los focos de los autos.

Y ahí la deposité.
Lentamente.
Como en un ritual.
Y hablé.
Le pregunté su nombre.
Y ella habló.

Por primera vez oí su voz oscura hecha de moretones.

Habló desvaneciéndose en la leche de los focos, pasando del óleo a la acuarela, del violeta al color del papel, su mano aferrada hasta sangrar a un pedazo del espejo agudo como daga.

Y me dijo:
-No vuelvas más a soñar por acá.
No tengo nombre, ya no tengo quien me nombre.
Me cagaste la vida.
La próxima vez que sueñes andá a soñar a la concha de tu madre...”


-¿Y?-me dice el tipo-¿Qué opina?

Y ahí no me pude aguantar y le contesté:

-Opino que es usted un pelotudo.

Se sonrió, pagó las copas.

Cuando se iba, con el cuadernito todavía sin usar debajo del brazo, vi que del bolsillo trasero del pantalón le colgaba un pañuelo con lunares amarillos.

38 comentarios :

  1. ¡Uff! Te diría que vos sos el pelotudo si no fuera porque me absorbió y me hizo experimentar todas las sensaciones que describís. Me consta que esos personajes existen (también vos en el boliche)¡Sos grande Santi!

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  2. Es larguíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo, así que lo leeré en otra ocasión.

    Che, no te pasaste por mi blog, así que después no andes reclamando masitas, que no quedó ni una!

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  3. ANDREA:
    Juro que acabo de pasar a saludar por tu posteo aniversario, y antes de leer tu comentario. Lo juro.
    a Juan y a los demás les contesto después. Pero esto tuyo es una emergencia.
    Besos

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  4. Che, hablando como los locos (acabo de interrumpir la elaboración de unos rellenos para empanadas porque me acordé de que me había olvidado): hace un tiempo vos colgaste unos poemas de Humberto Megget (uno de ellos era "Va a dormirse una luz"); bueno, en el disco Sic transit Rossana Taddei lo musicaliza y lo canta que es una belleza (bueno, a mí me encanta la Taddei).
    Era eso, nomás.

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  5. Santi:
    primera lectura: el cuento tiene un aire onettiano y eso es para mí un elogio(aclaro esto antes que creas que te acuso de copiar o algo por el estilo).
    Volveré.

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  6. Hacçia tiempo que no te leçia en cuento. Me gustó la oralidad, la estructura, el clima onírico y esa multiplicidad de planos de un sueño metiéndose dentro de otro. Te reconocí en muchas frases. Es cierto, muchos te buscamos para que nos escuches, suscitás confianza.Tendrás cara de boludo, pero qué bien que escribís. También me gustó la acuarela.
    ¡Salú,Maestro!

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  7. Macho,no te deja dar un respiro es un bombardeo a discrecion,ufff,ademas con material belico bien yorugua.Te suelta recien en el punto final
    Realmente apoteotico.

    salu.

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  8. Y COMO CREO QUE TU CUENTO ENTRA DENTO DE LA CATEGORIA FANTASTICO Y JUSTO ME AGARRAS LEYENDO UNA RECOPILACION DE AUTORES FRANCESES TE TIRO CON ESTA DEFINICION:Y,hay que entenderlo y aceptarlo definitivamente,lo fantastico llega,aflora,se impone,por mas esfuerzos que se hicieran para proscribirlo.Es que finalmente se arranca lo mas arraigado que hay en un pueblo que no son las ficciones,que lo sostienen,sino las mentiras,las invenciones que lo divierten.

    un tal Charles Nodier
    toma pa vos y tu tia Toribia

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  9. jejeje...me funciona mal el teclado:Quise escribir "hacía tiempo que no te leía". Me pregunto por qué no releo antes de enviar el comentario.

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  10. No podés escribir así y no publicar. No es justo.

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  11. Ah... además del clima onettiano y onírico, me fascinó la plasticidad (en el sentido de plástica), y el manejo del color. Bueno, como que lo "vi" al cuento.

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  12. Me gustó Santi. El relato del sueño del tipo es desesperante, quería dejar de leer pero no podía, me dió asco, bronca, me quería parar a cagar a piñas al gordo ese, y echar a la perra de un grito a la mierda. Cuando llegó el final tenía los pelos de punta, pero el humor al final pudo armonizar un poco las sensaciones, y largué una carcajada de esas que te hacen dar cuanta que estabas en otro lado y mirás alrededor si a alguien más le dió gracia. Eso de putear a alguien luego de tratarlo de usted suena muy bien. Un abrazo.

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  13. Estoy con la Flaca: magnífica esa oralidad, esa doble profundidad de narradores, la ironía en su justa medida, con su poquito de humanidad para que no resulte demasiado fría y distanciada.Al final la sombra del pañuelo con lunares como un guiño inteligente y cómplice.Fabuloso maestro...
    Por cierto, yo también acudo a ti, a tus comentarios, a tu aliento, a tu mirada.gracias por escucharme.besos

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  14. ¿En el acápite, viajamos de nuevo a Garopaba?...La iglesia simplemente blanca parecería indicar que no, pero el techo y las ventanas del edificio de al lado y la vegetación parecerían indicar que sí.¿Qué significa esa foto?

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  15. RESPUESTA MASIVA

    JUAN:
    Y sí, en todos estos años ya sabrás que si me pongo a ser pelotudo puedo ser muuuy pelotudo.

    ANDREA1:
    Perdón por saludar atrasado.
    Y por escribir taaan largo en el blog.

    ANDREA2:
    "Conseguiré" el disco de la Taddei.
    Durante todo Marzo vamos a acompañar a Samantha Navarro y a Patricia Kramer ¿te gustan? (musicalmente digo)

    MARPLE:
    Con que tuviera una brisita onettiana me conformaría.

    FLACA:
    La acuarela no es mía, la afané de Internet, lo increíble es que la encontré después de tener el cuento escrito. Cosa'e Mandinga.

    YONKY:
    Me vas a tener que aclarar lo de material bélico yorugua.

    YONKY 2:
    A mí no me parece fantástico che. Sueñezco sí.

    ANDREA 3:
    La vida es injusta.

    ANDREA 4:
    Es que no me decido entre escribir y pintar. Así me va...

    NICOLÁS:
    Esa era la idea... Lo de tratar de usted y putear era lo que yo hacía con mi finado suegro, le decía: ¡¿por qué no se va a cagar? Por educación yo no podía tutear a una persona tan mayor, pero teníamos tanta confianza que sí podía putearlo. Parece mentira, dos verbos tan parecidos.

    MARISA:
    Gracias por pasar amiga. Yo sé que esto es bien distino a tus letras siempre en puntas de pie, siempre tan luminosas. Gracias por leer todo eso, largo y oscuro.

    MEDIALUNA:
    Mentirosa, no me leíste. Je Je.

    FLACA:
    Sí,es Garopaba.
    Lo que pasa es que esa iglesia cambia de color cada año. Además los curas la tienen descuidada desde que se inauguró la otra, en la plaza nueva.
    Sí, volví a poner a Garopaba porque siempre se vuelve al primer amor y la carnicería me tenía podrido.

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  16. ¡¡¡Muchísimas gracias por el video "The Lady and the Reaper"!!! Ya mismo le doy difusión.


    De cantantes hablamos otro día, sí?

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  17. Santi: creo que ya diste por finalizado este post con tus respuestas así que no me ontestes nada,si no querés.
    Es que me puse a pensar que la frase "siempre se vuelve al primer amor" es puro tango.
    ¿Cómo se hace para saber cual fue el primer amor?¿cuentan los amores de la infancia?
    Bueh...acá estoy tratando de recordar la cara de algún gurí que fue objeto de un amor no correspondido pero siempre desgarrante:)
    Perdoname la apreciación sicoanalítica, pero la iglesia simboliza a la madre.
    La foto es hermosa y no me animé a preguntar porque creí que era un paisaje que todo el mundo conocía:)

    Ah..¿no es más torturante escribir que pintar?

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  18. MARPLE:
    Si vos supieras quién fue mi primer amor, en jardinera, no lo creerías.
    Claro, de niños somos todos medio lindos. Bué, no entremos en detalles de imagen que el Pepe nos enseñó que eso es secundario...
    Pero mi primer amor de jardinera fue una figura bastante pública hoy día, y bastante fea, pa qué te viá mentir. Así que no volví nada. Es una manera de decir. Creo que a las ciudades de las que te enamoraste si volvés, si se puede.
    Pero tenés razón, es una boludez tanguera. Una boludez como la de decir que el asesino vuelve siempre a la escena del crimen. Minga vuelve.
    Sí, esa iglesita hecha gofio, insignificante y pobretona, es uno de mis amores. Nunca entedí por qué. Sabés qué? Voy a postear sobre ella y sobre el párroco Rafaele Faracco. Vale la pena.

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  19. Cheeeee (pronunciado así, bajito, susurrado y con aire misterioso).... ¿quién es la fea?...

    ¿Te estarás volviendo místico con esa obsesión de la iglesia?...¡Es la misma que has pintado muchas veces de blanco y azul?...

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  20. FLACA:
    Te contesto con un posteo próximo.
    De repente tiene razón la Marple.
    Prepárense para un posteo largo, así, tipo el de la feijoada.

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  21. Ay, qué emoción!!!
    Estoy preparadísima para el próximo capítulo como si se tratara de un folletín.
    Santi!!! podés ser el Balzac del siglo XXI lo que supondría una dedicación a la escritura casi febril. Tal vez es lo que te hace falta.

    Mirá lo que copié motivada por tu intención de hablar de esa iglesia:

    "La descripción del entorno es en sus obras casi tan importante como el desarrollo de los personajes. Balzac afirmó en cierta ocasión que los acontecimientos de la vida pública y privada están íntimamente relacionados con la arquitectura, y en consecuencia, describe las casas y las habitaciones en las que se mueven sus personajes de tal modo que revelen sus pasiones y deseos. Aunque los personajes de Balzac son perfectamente creíbles y reales, casi todos ellos están poseídos por su propia monomanía.

    Creo que ya has esbozado ciertas obras:
    "Esplendor y miseria de las cortesanas"
    "los Cuentos libertinos"
    y estás prometiendo
    "El cura de Tours":)

    Sin prisa pero sin pausa creo que podés pasar de "Los divagues del Santi" a "La comedie humaine" ,porque como todos sabemos para vos la vida es una gran comedia:_)

    Bueh...si tenés el éxito que espero acordate de avisarme cuando te den el premio Juan Rulfo, así de paso voy a México y conozco al Fantasma:)

    PD) Me encanta ser el fantasma del Fantasma, ja, ja

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  22. Una soledad falsa, con gente y ruidos, la soledad que uno realmente busca para que la verdadera soledad no lo haga pelota. Pero no me gusta que me jodan.(por citar uno de los tantos pensamientos que me resultaron deleitables)Llegué medio tarde al comentario, eso me facilita las cosas, ya que estoy de acuerdo en todo los anteriores, aunque dicen que satisfacer a todos es un principio de fracaso, pero ante los cuentos me parece que esta regla es obsoleta, uno lee el cuento y irremediablemente está supeditado no solo a él, sino al estado de ánimo y al conocimiento que tengamos sobre los vocablos, o sea que me hago la pregunta para que puta sirven los comentarios, pero lo cierto es que sirven, será que se mezclan con el relato, y un sin fin de efectos más que desconozco, la crítica que tenía para hacer se me desvaneció, era estúpida. Caí aquí como sapo de otro poso cuando lo de la sequía, y había buenas ondas en éste, ya me he metamorfoseado en lagarto y vivo no valgo nada, así que dos por tres paso por aquí por algo de oxígeno literario. Saludos. jorge

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  23. Bueno Santi, desde ya te digo que no sé si podré comentar algo de esta alta literatura que te mandaste. Sobre lo que otros dijeron, de Onetti y demás etcéteras, digamos que no estoy calificado para decir ni mu, pero la sensación que me quedó es que esto podría situarse en Santa María. Sinceramente, no me sale nada más. El cuento es increíblemente bello, crudo, artero. Yo diría que es arltiano también. Como decía ese verdadero maestro, la literatura debe ser un cross a la mandíbula. Este te deja tirado por toda la cuenta. Genial.

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  24. ¿Por qué no lo dejamos ser?... ¿Por qué Santi balzaciano o arltiano u onettiano?...¿Por qué no "bosquiano"?A mí me pareció verte en el boliche de enfrente a donde ensayaba antes la banda, no sé por qué.
    ¿Porqué buscarle pelos al huevo?...
    Ahora, como te digo una cosa te digo la otra: el comentario de la Marple explicando la relación de los personajes con el medio exterior te viene como anillo al dedo.
    No dirás que nosotras, tus amigas Marple y yo, no te apoyamos y te estimulamos para que brilles entre los astros en cualquiera de las artes en la que se te ocurra incurrir, hasta en el arte de hacer política.

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  25. Flaca.
    Sí, dejémoslo ser.
    parecemos esas madres ansiosas de que el nene les salga famoso y lo que quiere el nene es jugar
    tranquilo:)pero le digo como dicen todas las madres:
    - ya te vas acordar de mí cuando me muera, vago!

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  26. JORGE:
    Hola, me dejaste con la espina con eso de la crítica que al final no pusiste.
    Dale, contame, no me dejes así.
    Gracias por tu lectura.
    Y no, los comentarios no son al pedo, son el alma de los blogs.

    Un abrazo

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  27. GERMÁN:

    Lo de "artliano" es tremendo elogio. Eso sí, no le quise pegar a nadie.
    Qué macana el fracaso del encuentro aquél.
    Ya se dará.
    Abrazo

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  28. MARPLE Y FLACA:

    Ta bien, acaban de constituírse en el primer club autorizado de fans del Santi.
    Yo no sé si ese apoyo de ustedes me elevará o me hundirá definitivamente, pero se merecen la titularidad por su lealtad a toda prueba.

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  29. Hay personas que tienen vastos conocimientos sobre las estructuras del cuento, y a veces maquillan sus apreciaciones, y uno que no entiende nada, y simplemente se deja llevar por la sensación, y puede cometer un error aún más desastroso, por eso cuando dejaba el comentario pensaba en todo esto, de ahí que el ánimo, y la estructura que posea el lector es preponderante y esta evoluciona y cambia constantemente. Diría que posee mucha más amplitud sobre el cuento su autor, que el lector o crítico simplemente, el escritor es único y no se le parece a nadie, el cuento se superpone al lector, el cuento aborda al lector y no a la inversa, será por eso que leemos un mismo cuento más de una vez como fue el caso de TOMO Y OBLIGO, es decir como mi ánimo se ve que ese día estaba sintonizado con la estructura y enlaces de los pensamientos, que abarcan conductas humanas que se expresan visiblemente e invisibles en otros casos, sobre todo estas últimas que vas dibujando para que se vean, entonces sentí un exceso de adjetivos sobre los elementos inanimados, aunque parezca contradictorio, parece que quería adjetivos invisibles jajaja, ya que lo encaré como más subliminal, es decir esto tendría menos peso, es decir menos adjetivos; pero a veces según estemos, queremos exprimir cada adjetivo, apreciar todo lo que dicen, así que cada sujeto tiene su arte de interpretación, y como uno nunca se puede comunicar totalmente, el autor se queda con la mejor esencia, una cosa es estar en el área y otra en la tribuna, así que creo que a todos nos gustaría saber, cuánto y cual fue la satisfacción que causó al autor su obra, se me ocurre como para cerrar el círculo con los lectores. Mando un abrazo de buen gesto ya que no son todos los que ponen su tiempo para contestar los comentarios. jorge

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  30. Estimado JORGE:

    Es muy, pero muy probable que tengas razón. Resulto a menudo muy adjetivero y algo verborrágico.
    Sé que el exceso de adjetivos está tan mal visto como los adverbios pero la ansiedad por trasmitir visiones le gana en mí a la corrección literaria.
    De la estructura del cuento desde el punto de vista teórico, no tengo la más puta idea.
    Ahora, si vos sentiste que los adjetivos son demasiados, por algo será, seguramente son demasiados nomás. Gracias a tu crítica me puse a pensar en eso y me pareció que en este caso funcionan como una cortina de humo, parece que quieren mostrar todo pero en realidad ocultan lo principal.
    No me dan muchas satisfacciones estos textos, ya que lo preguntás. Sí me sirven para conocerme un poco. Darme cuenta, por ejemplo, de que para mí, un ladrillo, un perro, un espejo o una mujer golpeada tienen el mismo estatus y parecida carga simbólica.
    Prometo cuidar los adjetivos.
    No digo podar este relato, porque lo que ya está, ya está.
    Un abrazo

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  31. santi.
    creo que Jorge anda seriamente en el tema de la literatura así que no le discuto nada.
    Para mí leer es un placer así que opino lo que se me da la gana sin vergüenza, sobre lo que leo, no me importa lo que digan las academias ni los literatos, así que muchas veces me molestan terriblemente las descripciones de ambientes cuando estoy loca por saber cómo sigue la vida de los personajes y otras veces siento que los adjetivos, como en este caso, sirven para que sienta un horror y asco de la perra y me den ganas de patear al gordo aún sabiendo que es tan grasoso que no hay manera de que mis pies no se llenen de grasa:)
    Los comentarios sirven para las vagas como yo que tengo los blogs atrasados y que no tengo ganas de escribir mis idioteces....para ser sincera no tengo ganas de armar collages con mi "corto y pego":)
    Así que me parece que la satisfacción del escritor es la misma del tipo que vomitaba conejitos en el cuento de Cortázar. Le salían de adentro y no tenía modo de contenerlos.

    Otra explicación es la más sencilla: el que tiene la suerte de escribir y no tiene miedo a nada, lo hace como se le canta.
    Yo comento de esta última forma, y me quedo de lo más contenta aunque diga barbaridades.
    Santi, dejate de podar cuentos, sos un barroco, sos!!!y ya no tenés remedio.

    PD) por favor Jorge no te sientas como sapo de otro pozo, acá se puede decir cualquier cosa... hasta que al Santi no horrorice al tal Blogger,y le cierre el blog.

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  32. MARPLE…Yo dí mil vueltas para decir lo mismo que opinas tú, mi ánimo es semejante al tuyo, para decir solo una cosa: dios me libre de las Academias!!!, yo diría que el lector lee el cuento a su manera, y si fuese el autor diría: precisamente por esa cuestión el cuento es lo más importante y no se toca, porque allí en su creación comenzó a latir su vida propia, y ya no hay tiempo de dialécticas semánticas. Por eso dije que mi crítica era estúpida, porque resalto la obra por encima de nosotros mismos. Critiqué mi propia crítica y por eso no la manifesté hasta pedido expreso de Santi, por eso desde el primer comentario terminé analizando someramente la relación Comentario-Cuento, y como soy medio sobrio entiendo que los comentarios hay que tomarlos con cierta cautela, es decir tengo ese sentido progresista y los pies en el suelo, intentando cuidar los buenos relatos como el que hay en esta magnífica entrada, por eso es más criticable a veces la crítica que se hace, que la que se pretende imponer, por eso estos Averroes tan intrincados y que requieren paciencia jajaja. Lo que importa es sacarse las ganas de la ansiedad, sigue con esa ansiedad estimado, no importa si echamos uno, dos o tres, adjetivos claro está sobre la sustantiva relación, no todos nos creen a la postre la satisfacción que hubo en esos segundos de la creación y proliferación narrativa, y bueno los comentarios serían los hijitos, hay buenos y malos jajaja. Seguimos andando y nos vemos en otras buenas, un abrazo a ambos y a todos. jorge

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  33. Che, gente, no se hagan problema para criticar.
    Miren que yo me doy cuenta.
    No es un asunto de academia, pero es bastante sabido que la excesiva adjetivación y el abuso de adverbios, más que nada los de modo, terminados en "mente", (que riman y joden) son un defecto común en los escritores primerizos (y eso es lo que uno es sin importar la edad)
    Así que no hay drama. Lo que pasa es que uno se pone a sacar adjetivos y resulta que los encuentra necesarios y al final no saca nada. De pronto la cosa está en buscar mejores adjetivos (o inventarlos)
    Abrazos

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  34. por ejemplo:

    ¿"un aleopardeado blog santidivagante?":D


    Un verigudísiumo saludo marpleante:)

    PD)Paaah... la maldita palabra es
    bootic
    así que, éste es un comentario "antispámicamente booticado"

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  35. gabrielfalconi13/9/10, 11:06 a.m.

    jjaaj esta buenisimo me encanto el final
    ese boliche lo conozco o lo soñe...

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  36. jajaja me encantó sobre todo el final

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  37. gabriel falconi14/9/10, 3:49 p.m.

    ahora si pude mandarte un comentaario
    bueno ya sabes lo que pienso de vos

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