E N T R A D A S
_____________________________________________________________________________________________________________
E T I Q U E T A S


_____________________________________________________________________________________________________________

19 de septiembre de 2009

LA MATILDE

No sé por qué el Jorge se pone así cuando le hablo de la Matilde. Será porque le hablo por lo claro y le cuento detalles que él dice que son de mal gusto pero qué gracia tiene pasarse para la cueva una mina así y no contarle a nadie. Además él no la conoce pero siempre hace drama por todo. No puedo disimular más, cuando Ernesto me habla de Matilde, de las pecas que tiene en el coxis y los vellos rojizos entre los omóplatos que apenas se ven a contraluz y de cómo nunca se saca los zoquetes blancos de colegiala me jode, me jode porque me parece que no la respeta, que solamente la toma como una diversión pasajera, que esa mujer tiene algo más que esa carne blanca, húmeda y generosa que estoy seguro yo valoraría más y mejor que Ernesto y no se lo andaría contando a cualquiera. Hoy no le pensaba contar nada pero al final el loco me preguntó y bueno al final le conté él quería saber si la Matilde tenía la voz grave o aguda si era tibia si transpiraba si le gustaba arriba si gemía si lloraba en los orgasmos no sé para qué me pregunta si después se hace el escandalizado y dice que lo mío no es digno lo dice así haciendo sonar mucho la g que no es de caballero contar así los detalles para mí el Jorge a pesar de ser del barrio es medio como pituco de repente por la vieja que es maestra. No hago más que pensar en Matilde y sin embargo ese nombre nunca me gustó ese acento en el “ti” sin tilde pero formando parte de la palabra “tilde” que a su vez forma parte del nombre “Matilde” es como una redundancia de mal gusto y le da al nombre una cosa puntiaguda, de tía pacata y virgen o de monja, que no coincide con la imagen que tengo de ella por las palabras de Ernesto, debe ser esa “i” la que me molesta, eso como puntiagudo del nombre, pero igual me estoy enamorando y no quiero que él lo note, me pasan cosas increíbles cuando me la imagino, me imagino una risa infantil que te refresca y una voz un poco ronca y susurrante que te hipnotiza. Pero Ernesto nunca me habla de la risa o de la voz, ni de lo que piensa, ni una sola vez y tampoco de la mirada y cuando le pregunto por los ojos me dice que no sabe el color. No lo entiendo al Jorgito cuando le dije loco no sabés lo que es esa mina que cuando me dijo que los viejos no estaban y que podíamos pasar la noche en la casa mandé todo a cagar y no me importó nada el examen de física al otro día no me voy a perder esa carne loco y el Jorgito puso cara de desprecio como si no se hubiera criado en el mismo barrio de mierda que yo y no hubiéramos hecho campeonatos de paja en el aserradero siempre fue un poco mariconazo con la vieja metida en todo. No puede hablar así de una mujer, no puede, y menos de Matilde, no porque yo la conozca a Matilde, que no la conozco, me duele que Ernesto ande ventilando así detalles íntimos, pero me doy cuenta de que quiero saber, es la única manera de sentirla cerca. Si este gil me vuelve a preguntar le invento cualquier cosa ya me di cuenta de que se pone nervioso cuando le hablo del pelo tan largo que la cubre toda cuando está desnuda y se le mete entre las nalgas y yo voy apartando mechón a mechón con la lengua hasta que me encandila ese culo blanco palpitante y un poco transpirado como Jorgito ahora. Tengo que reconocer que este reo sabe contar las cosas porque no puedo sacar a Matilde de mi mente, y a pesar de ser un ordinario, Ernesto maneja imágenes que me golpean y no puedo respirar. Cuando le dije que no podía ser que en una mujer viera solamente un culo enmarcado por una cabellera, que eso la cosificaba, me dijo que tenía razón, que también estaban las tetas. Hace días que no veo a la Matilde y es una lástima porque me hubiera gustado garchármela una vez más antes de irme a Buenos Aires a laburar con el Tito. El Jorgito como siempre terrible pelotudo no hace más que mirarme a los ojos como para que le cuente algo y está loco de la vida por que me voy y yo no entiendo lo que le pasa. Se va Ernesto y no voy a decir que no estoy contento, porque sí estoy contento, porque la situación ya era insostenible, porque Ernesto me intimida con su fuerza de macho grosero y básico y lo desprecio pero le tengo una envidia que duele como una quemadura de cigarrillo y me estaba costando dormir con los ojos y la cabeza llenos de las carnes blancas de Matilde y su falda cortita de cuero y su blusita estampada de flores celestes y amarillas. No, Ernesto nunca me habló de su ropa, siempre me la contó desnuda pero yo estoy seguro de que se viste así. Y también me persigue el olor, ese que no se puede describir, ese de cuando se empieza a ir el perfume del jabón y sale el otro, el de adentro y te marea y te quedarías para siempre con la cara metida en la caverna húmeda, ese olor ni dulce ni salado ni amargo que Ernesto no parecía percibir o por lo menos, nunca lo dijo. Ya hablé con el Walter para que me lo entretenga al Jorgito ahora que yo no voy a estar y cuando vuelva nos vamos a recagar de la risa estoy seguro el Jorge vive en una nube de pedo no es malo el Jorge pero cuando me enteré de que estudiaba el piano clásico me di cuenta de que no era como nosotros yo no digo que sea puto pero en el barrio eso es raro no los putos es raro que alguien estudie el piano y se ponga nervioso si le hablás de coger y esas cosas.
Cuando Ernesto se fue a trabajar a la Argentina Walter me llevó a la casa del Cordón un Viernes de Agosto y me presentó a Matilde y yo no lo puedo creer porque en cuanto nos vimos se apagó todo, los ruidos de los vasos de cerveza, la música de Jaime y las voces se fueron disolviendo y yo solamente veía la cara de Matilde de una nitidez cortante sobre el fondo desenfocado, como en esas fotos con poca profundidad de campo. A partir de ahí fuimos uno con Jorge y yo no sé que me vio, no le quise decir que era la primera vez que salía con alguien y él a veces estaba como descolocado y me miraba como si mirara otra cosa. Matilde es deliciosa como yo esperaba y antes me corto la lengua que contarle las historias de Ernesto, es el pasado y no me importa, como no me importa que se haya cortado el pelo y que tampoco mencione el pasado, seguro no sabe que yo conocí a Ernesto. Agradezco también que haya cortado radicalmente con su historia pasada hasta el punto de no usar ni la falda de cuero ni la blusa floreada. Cuando me mira, cuando mi Jorge me mira, me trasmite una paz y una alegría increíble, nunca pensé que un hombre estuviera así enamorado y me ha obligado a sentir lo mismo, juro que daría la vida por él y por eso no me extrañó que me pidiera para casarnos a sólo quince días de conocernos y le dije que sí. Ayer me pidió que me pusiera una pollera de cuero y yo le dije que no tengo y me sonrió de una manera tan rara burlona pero tierna. No puedo creer que ya hace una semana que nos casamos con Matilde. Busco las palabras para explicar lo que siento y no las encuentro. No hay mujer más dulce que Matilde. Ya no me molesta el sonido de su nombre y la felicidad que me produce su presencia me hace sentir que no me importaría morirme mañana. Ya se acaba la luna de miel y nobleza obliga, pienso que tendría que llamar a Ernesto a lo del Tito en Buenos Aires, para ser yo quién le diga que nos casamos. Aunque Ernesto no valore el gesto. No se puede creer pero el boludo del Jorge me acaba de llamar de Punta del Este para decirme que se casó con la Matilde la que salía conmigo y yo le digo que no puede ser que la Matilde está acá en Baires y el me dice que no que está con él y yo le digo que con qué Matilde te casaste y el nabo me dice con Matilde Da Costa y yo le digo pero la que salía conmigo es Matilde Iriarte y ahí el loco colgó sin decir nada más.

Duerme, ahora duerme, no puedo explicarle, no va a entender nada, pero no me puedo quedar un instante más, voy a hacer mi valija en silencio, espero encontrar pasaje, veo su fea vulgaridad dormida, la boca abierta el pecho transpirado, el pelo sin vida y un asco veteado de lástima me inunda.
______________________________________
Plagio combinado a "La señorita Cora" de Cortázar y "La familia Iriarte" de Benedetti.
Está también en La Cofradía, pero como nadie entra...

Le hice algunas correcciones antes de colgarlo acá.
El que haya leído ambos cuentos se dará ambas cuentas. O no.
El que no, que los vaya a leer.

27 comentarios :

  1. Me encantó este cuento. Soso un genio de la oralidad y tambien de otras cosas más. Tengo que leerlo de nuevo, con la cabeza en la literatura no en otras cosas, y después te dejaré un comentario más sustancioso. Besos.

    ResponderBorrar
  2. ¿Podría tratarse de un autoplagio, acaso?

    --------

    No sé por qué hay tan pocos comentarios en La Cofradía, porque realmente el material presentado (excluyendo el mío) es buenísimo.

    ResponderBorrar
  3. Ay Flaca, yo ya me suponía que pensabas que era soso.

    ResponderBorrar
  4. Estoy entre los que han ido a leer. Ya encontré La familia Iriarte y me gustó mucho. Es terrible Don Mario, y con esa cara de que no mata una mosca, te agarra desguarnecido y te noquea. Cuando salga del nocaut buscaré a Cora.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  5. Tal vez sea un autoplagio ,porque no conozco la literatura del Santi, pero como ningún escritor está libre de influencias, yo creo que hay algo de Cortázar y de Benedetti.

    En cuanto a los comentarios de la cofradía, estoy de acuerdo con Andrea, agregando que el plagio de ella es una genialidad,es más, creo que es el más redituable =)
    La idea de las camisetas me parece muy posible de realizar.

    ResponderBorrar
  6. Yo, al leerlo, no pensé que fuera plagio, porque encontré muchos detalles del estilo del Santi. Como, por ejemplo esa oralidad, esa multiplicidad de planos y ese gusto o regodeo por el erotismo. También encontré detalles que concuerdan con sus gustos en la vida real, así que me inclino a pensar que boquillea que sí, pero que no plagió a nadie. De todos modos, deberé ir a leer a Cortázar y a Benedetti.

    ResponderBorrar
  7. Me rindo:
    Debe ser como ustedes dicen: un boquilleo del Santi.

    abrazos

    ResponderBorrar
  8. Hola gente-
    Tá, no será un plagio porque no es igualito, pero cuando uno copia más o menos el tema de uno y la forma de contar del otro, por lo menos está imitando.
    He estado a punto de colgar los textos originales porque veo que algunos se los han olvidado un poco.
    La "Familia Iriarte" es lo primero que leí de Benedetti después de "Montevideanos" y si la gente se dejara de joder con Don Mario poeta y le diera más bola a su prosa, descubrirían a uno de los mejores cuentistas de nuestro tiempo.Y "La Señorita Cora" es una absoluta genialidad de Cortázar, como tantas otras.
    Bueno, espero que Fernando haya encontrado a Cora, si no, se la mando por mail. Y coincido con Marple que de las colaboraciones en La Cofradía, el dibujo de Andrea es la más original, la única que tiene la posibilidad de perdurar y de generar alguna guita, si Andrea se pusiera las pilas y aceptara que su idea fue, como siempre, una pegada.

    La Flaca me tiene que explicar eso de "mis gustos en la vida real" y lo de "la oralidad y también de otras cosas". La Flaca me elogia porque me quiere. Ella es así, una amiga de fierro.

    Si Andrea no patenta su dibujo, creo que Marple y yo lo haremos.
    Voy a empezar por imprimirme una camiseta para mí y seguro que todo el mundo me empieza a preguntar de dónde la saqué, y ahí empezamos a facturar. 4 o 5 gambitas por camiseta no estarían mal. Que Marple las exponga en la feria artesanal del callejón de la iglesia, en Minas.
    Después vendrán los vasos tallados y los mates.
    Chau

    ResponderBorrar
  9. Muy cierto lo del dibujo de Andrea. Si no lo registra ella, lo haremos nosotros.

    ResponderBorrar
  10. ¡Aflojenlé al moscato, muchachos!*


    Lo del "autoplagio" lo dije porque el cuento fue publicado en La Cofradía primero, y luego acá, con ligeras variantes. O sea que el Santi se copió a sí mismo.





    *¿Y dónde se patentan esas cosas?

    ResponderBorrar
  11. Lo primero de todo y tarde, aunque en principio resulte paradójico, he de decir que la idea de la Cofradía me pareció tan increíble y magnífica que desde el principio pensé que no podría participar. Aún así leí a Juan Pascualero, y hasta ahora no me he metido de lleno aunque sea como espía, pero lo haré.
    De momento, Santi, agradezco que hayas colgado esta joya en tu blog. Por supuesto tengo que leer a "La señorita Cora" y a "La familia Iriarte". Por cierto que estoy de acuerdo contigo en que Benedetti tiene una prosa tanto o más bella que su poesía.
    Lo que sí puedo decir es que para mi "Matilde" siempre será tuya. Tiene tus señas de identidad y si tuviera tiempo de escribir todo cuanto me ha provocado y todo lo que ha despertado en mi pensamiento, no tendría noche suficiente ni vosotros paciencia para leerme.
    Sencillamente o mejor, magníficamente ¡genial!
    ¡Vivan los plagios!
    Mis felicitaciones. Leeré a Cortázar y a Benedetti. Ojalá hubieras colgado sus historias también, pero las buscaré.
    Un abrazo fuerte.

    ResponderBorrar
  12. Cortito, porque ahora voy a la cofradía. Yo lo leí como un cuento nuevo. No noté nada del plagio, salvo la prosa ahogada, el contrapunto de las voces de los dos personajes,al que después se agrega la voz de Matilde, que los considero influencias, no plagios. Me pareció extraordinario el manejo del tema del amor y del enamoramiento a distancia! Me encantó esa veta. Puede ser que eso sea lo que está en los cuentos de Benedetti y de Cortázar que menciona´s, pero como no me acuerdo en absoluto de ninguno de los dos para mi esta fue una experiencia única. Y supongo que eso es lo que vale. El lector se enfrenta a este cuento y lo que le llega es muy bello y evocador. Dudo mucho que el erotismo maravillosamente trasmitido, que planteás venga de los otros dos maestros, maestro.

    ResponderBorrar
  13. Hola, siento llegar tarde, el cuento es muy bueno. como no leí ni el de Cortazar ni el de Benedetti no se si es un plagio, pero es muy bueno. En definitiva, todo lo que se escribe, de una forma u otra, es un plagio.

    ResponderBorrar
  14. si che, concuerdo con rossana, se nota poco el plagio, parece mas influencia, cuando lei la señorita cora, que rossana me "hizo leer", tuve que repetir aquella lectura dos o tres veces, xq muchas cosas no entendia, taba medio trabado, buenisima y original la idea pero no tan eficiente la ejecucion, en cambio la de benedetti, con ese estilo sencillo que tiene, se deja leer y uno es presa de su obra, y se entiende todo, bueno, este cuento combina los mejores atributos de cada obra, ta impecable! no se, cuando anuncias que es un plagio es como si eso le restara valor, bueno, de algun modo lo hace, pero este cuento sobresale y es independiente a la condena, un homenaje, mas que un plagio, jeje, me gusto mucho
    besos

    ResponderBorrar
  15. Morí nuevamente con la foto del acápite. Ya te lo dije, en cualquier momento te mando una de la puerta de entrada de casa.

    No sé cómo te vas a enterar cuando actualizo, si no me tenés en tu lista de amigos.

    ¡¡¡Mirá que te disculpo cosas, eh!!!

    ResponderBorrar
  16. Flaquita:
    Andás tan deslenguada como el PP.
    Vos sos la primera que puse en mi lista de blogs.
    Lo que pasa es que si prestás atención, te darás cuenta de que a veces las actualizaciones tardan horas en aparecer.
    Igual, ando con poquísimo tiempo, lo que probablemente explique en un posteo esta noche, ya que el motivo de mi falta de tiempo es maravilloso y digno de ser posteado.
    Igual pasaré a leerte.
    Un beso.
    Te prometo sacar fotos de la puerta de tu casa.

    ResponderBorrar
  17. Estimado Santi, antes que nada, felicitaciones por este cuento, una verdadera joyita. Confieso que no conozco "La familia Iriarte", pero en el procedimiento narrativo se reconoce perfectamente el influjo de "La señorita Cora". Aunque podríamos entrar en un debate acerca del concepto de plagio (suele llamársele influencia, intertextualidad, homenaje, etc.), me parece fantástico allanar el camino asumiendo crudamente, y hasta con ironía el "robo" de ciertas cosas que vienen de una fuente original. Pero a la vez, si revisamos la literatura, esta está construída, de alguna manera, de maravillosos plagios, que superan esta categoría al convertir al original en otra cosa.
    Quiero simplemente decir que lo que pueda encontrar, en este caso, de La señorita Cora, aparece fantásticamente reelaborado como procedimiento muy bien utilizado para pasearnos por las voces de los personajes, como en el cuento de Cortázar. Supongo que algo de la trama será de Benedetti (me tendré que encargar de encontrar el cuento), pero es claro que el primer mérito de un buen plagio es la elección de la fuente, y se nota que elegiste bien. Y claro que lo siguiente es ser capaz de hacer, a partir del plagio, otra cosa que esté a la altura de lo robado. Y este cuento es sensacional, se deja leer como si uno estuviera en el medio de las conversaciones del Ernesto y el Jorge, y nos arranca sonrisas al final, con la confusión de las Matildes.
    Ya te mandé un comentario a La Cofradía, contándote que hace una semana, ignorando todo esto, tuve una idea que ahora encuentra un destino. En otras palabras, me encantaría participar en esa maravillosa aventura. Mientras tanto, felicitaciones, es un placer inmenso leerte.
    Saludos y aplausos desde la otra orilla.

    ResponderBorrar
  18. Salado!!!!!!!!!!!
    SOS UN SALADO!!!

    ResponderBorrar
  19. AMIGOS:

    Estoy en deuda con todos.
    Pero por una buena causa.
    Tuve que llevar al viejo, al Tata, en el auto hasta Bella Unión, su pueblo natal. El Viejo cumplió 89 años el Lunes pasado y en el pueblo decidieron hacerle un homenaje y nombrarlo padrino de un proyecto de extensión musical que lleva adelante allí el maestro Jorge Risi. Recorrimos con el viejo sus viejas calles y la orilla del rio en esa ciudad pequeñita que es la más norteña del Uruguay y es una esquina formada por los rios Uruguay y Cuareim, donde se juntan como en un rompecabezas Uruguay, Argentina y Brasil. Se imaginarán que fue una ocasión única. Ya pondré fotos o el propio Tata hará un posteo en su blog.
    Ese es el motivo de mi silencio estos días.
    MEDIALUNA:
    Tus comentarios tan llenos de afecto siempre me conmueven y me gustaría saber, de puro curioso, qué es lo que te ha provocado la Matilde.
    ANDREA:
    Este sábado, imperdonablemente no te leí y toda vía no lo hice, ni sé qué publicaste. Seguramente me cagaré de risa como siempre.
    Te cuento que pasé por Trinidad pero a pesar de una denodada búsqueda, no pude encontrar aquel conjuntito ni la vidriera. Tampoco el Queco "Las Gatas", que ansiábamos visitar con el Tata.Antes habíamos estado juntando carqueja.
    TORDO:
    Chas gracia. Enseguida le subo su cuento.
    FERNANDO:
    Ya hice unas pruebas con unas hering blancas, con el dibujo de Andal13. Creo que van a quedar mejor en negativo, blanco sobre fondo negro.
    GOLIARDO:
    Bienvenidísimo a La Cofradía!!!.
    Esperamos su cuento. Aquí sí funciona el Mercosur.
    RO:
    Tampoco te fui a leer todavía, pero ya voy. El erotismo que pueda trasmitir, es un milagro de la memoria remota.
    SANTIAGO V:
    Muy bueno su aporte a La Cofradía.
    Se puso las pilas se puso.
    MARPLE:
    A vos tampoco te leí. Ahora voy.
    No me descuide las Cofradía en mis ausencias, adminístrela nomás, súbame las cosas de los amiguitos.

    Besos a todos. Me voy a arreglar el quilombo de La Cofradía.

    ResponderBorrar
  20. FANTASMA:
    Me olvidaba de usted.
    Su análisis crítico de la Matilde me sorprendió por su poder de síntesis.
    También tengo que ir a leerlo a usted. Uno se llena de compromisos acá. Bueno, sarna con gusto...

    ResponderBorrar
  21. Santi:
    perdoname que no esté de acuerdo contigo en algo,(snif, snif))
    Es terrible audacia, lo sé, tener que decirle al superarchicofrade:

    -"Santi estás recontra equivocado en un tema de vital importancia",
    o
    -"Santi le erraste como a las peras" ...
    pero es cuestión de salud.

    La carqueja sirve para resolver problemas digestivos después de pantagruélicas comilonas y nada más.
    En ese aspecto es mágica y la podés tomar como té o poner unas hojitas en el termo y darle al mate.
    Bueno, a lo mejor no te entendí , tal vez tu intención era ir a tomar mate con las gatas y yo pensé otra cosa.
    Confiar en la carqueja para volverse gato es como creer que el Qky va subir las jubilaciones mínimas a 5000 pesos y te va a dar un sucucho pa' la vejez :)

    En cuanto al blog, si hubieras demorado unos días más te hubieras encontrado con reloj, almanaque, citas citables y música villera entre los gadgets, y otras técnicas bloguísticas que estoy aprendiendo.
    La cofradía no es un kilombo, es una comunidad anárquica.

    Chau,
    me voy a la la Wiki para averiguar cómo aplicaba Bakunin la anarquía en su blog.

    ResponderBorrar
  22. Santi, dejé un saludo de bienvenida en casa. Mientras, me sigo haciendo esperar en La cofradía, pero yo voy a ir para allá sin falta.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  23. ¡Ahijunagransiete, yo misma!
    No venía hace días por acá, y se me recontrapasó el cumple del Tata.
    ¡Mecacho...!

    ResponderBorrar
  24. La culpa es mía Andrea, tendría que haber avisado o haber hecho algún posteo.
    Creo que la única manera de arreglar esto van a ser algunos corderitos al pincho...

    ResponderBorrar
  25. Hola Santi! Aunque siempre te leo sin comentar, este cuento me impresiono tanto que puse un link en mi blog, y no te habia avisado nada, perdon! Bueno, en realidad tu blog es uno de mis favoritos y hay cosas que merecen ser recomendadas y compartidas.
    Un saludo!

    ResponderBorrar
  26. MALEN:
    Pasé por tu blog y me encontré con la sorpresa de ese aplauso. Me dio cosa.
    Gracias.
    Un abrazo

    ResponderBorrar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

RANKING

Wikio – Top Blogs