Sale una música a veces de los vidrios
de los vidrios azules en la noche
una música espesa fatigada
fatigada turbia silenciosa
que tiñe las paredes de tristeza.
de los vidrios azules en la noche
una música espesa fatigada
fatigada turbia silenciosa
que tiñe las paredes de tristeza.
Qué triste ese sonido cansado que es capaz de impregnar hasta las paredes. Y también el alma. Yo intento, desde aquí, oír la música dulce del final del verano, y ojalá te llegue hasta ahí.
ResponderBorrarUn saludo, Santiago.
Tus balcones de ayer me recordaron un poema de Leopoldo de Luis y hoy lo rescaté.La música triste y los vidrios azules me transportan a noches de sonámbula que no quiere volver a casa y se pierde entre las calles, escapando de la tristeza. Es bonito dejarse acariciar por las palabras de otros y permitir que nos lleven hasta nosotros mismos.
ResponderBorrar¡Si sabré lo que es eso!
ResponderBorrara veces con tintura indeleble, otras con pintura densa como la tristeza.
ResponderBorrar¿Se vende el blog?
ResponderBorrar:)
Qué bonita forma de describir un aire de tristeza en medio de la noche. Una de esas tristezas que te impregna toda hasta el amanecer. Es lo que tiene la poesía. La música de sus palabras tocan directamente al corazón, y éste se pone a funcionar. Como los seguidores de Hamelín.
ResponderBorrarCarmen J.
"...tristeza não tem fim... felicidade, sim..."
ResponderBorrarTiene razón Andrea, esto está muy quieto.
ResponderBorrarSí, yo también he notado ese sonido triste que emiten a veces lo cristales. Me gustan estos versos.
ResponderBorrarUn abrazo.