E N T R A D A S
_____________________________________________________________________________________________________________
E T I Q U E T A S


_____________________________________________________________________________________________________________

28 de julio de 2007

DIOCLESIANO





Quizás alguien explique alguna vez el origen del gusto de las gentes de aquel perdido pueblo, por los nombres sonoros y distantes de la antigüedad clásica.
Pero el niño se llamaba Dioclesiano.
Y no desentonaba con el astroso grupo de Laertes, Augustos, Cayos Césares y Sócrates.

Dioclesiano caminaba raro. No rengo, raro. Tres gruesos costurones le cruzaban pecho y abdomen. El de más abajo comenzaba en un pozo del grosor de un dedo a la altura de la pelvis, casi en la ingle. La piel estirada por esta última cicatriz era la causa de su extraño andar.
Se paraba muy erguido Dioclesiano, hombros echados hacia atrás, pecho y vientre hacia delante, piernas delgadas muy firmes, brazos cayendo al costado y levemente doblados, separados del cuerpo, exhibiendo orgulloso y agresivo su torso arado.

Recuerdos de la aleta dorsal de un mero gigante eran esas marcas.
La espina principal de la aleta dorsal de un mero es como un gran sable articulado. Cuando el pez boquea moribundo sobre la chalana escorada en la arena la aleta sube, baja, se pliega, se despliega, con energía imparable recorriendo un amplio ángulo. Y si algo encuentra en su camino, desgarra, corta, rompe, perfora.

Casi todos los niños del pueblo muestran esas cicatrices.

En días normales, al terminar el arrastrón de la red sobre la playa, ellos juegan persiguiéndose por las dunas arrojándose unos a otros las bolsas de tinta de los calamares e inflando con un beso macabro a los peces globo antes de reventarlos con los pies contra la arena mojada, festejando cada explosión con nerviosas risas de sus caras entintadas.


Pero esos raros días en que sale un mero gigante, la infantil jauría suspende todo otro juego y compite para aferrarse a esa espina oscilante.
Y gana quien no es herido.
Y juegan con la sangre que en el fondo del bote se mezcla con la negra tinta de los calamares.
Ríen ruidosamente y chapotean en el agua veteada de negro y rojo vivo.
No se quejan de las heridas.
Y no parecen sufrir mucho, porque el pez en realidad, no quiere hacerles daño.
Sólo se está muriendo y esa es su manera de morir.


El que no fue alcanzado por la afilada espina debe más tarde y frente a todos, hacerse algunos cortes en el pecho con un cuchillo de hueso.

Para no creerse Dios.

10 comentarios :

  1. Mis respetos... que delicia leerlo. Llegue aqui por los foros de poesia pura y estoy encantada con su blog. es verdad que la experienecia le da un toque magico a los escritos, y aqui esta repleto de ello.. un saludo y espero pueda darse una vuelta por el mio y me diga que opina :)

    ResponderBorrar
  2. Sé que es más de lo mismo, pero siempre me ocurre igual :). Te leo, y me dejas con un sabor agridulce en la boca, como una sonrisa amagada que no queda muy claro si quiere apagarse o permanecer.

    ResponderBorrar
  3. Querida Jezabel:

    Con este comentario me has descrito a mí, más que a mis escribiduras. Sí, tengo esa sonrisa que no se sabe si sí o si no...

    Te debo un paseo por tus epitafios. He malgastado mi tiempo paseando por unos foros españoles de poesía, donde me he peleado mucho. Pero también he encontrado algunas cosas valiosas y una multitud de las otras, no tan valiosas, rebosantes de vanidad...

    ResponderBorrar
  4. Como en casi todo, se trata de cribar lo bueno de lo pésimo, o más dificilmente, de lo mediocre.

    Con ganas enormes te espero por mi blog. Un beso.

    ResponderBorrar
  5. Es tal dificil cribar al vanidoso...su misma vanidad no le deja ser honesto, bueno en mi humilde opinión.
    Encantada de seguir por aquí aunque no coincidan los horarios ni los "paisajes"
    Besos.

    ResponderBorrar
  6. Hola Montse, gracias por andar por aquí en este ámbito más solitario y bastante artesanal. Qué lindas cosas que andas escribiendo por Poesía Pura Montes.

    PARA JEZABEL:

    Ves Jezabel, esta Montse es una paisana tuya que se las trae con la pluma y es una de las joyitas que he cribado en los foros de que te hablaba. A esta poeta la encuentras en su blog "ENTRE PASIONES" http//www.entrepasiones.blogspot.com .

    ResponderBorrar
  7. FE DE ERRATAS:

    Puse Montes en lugar de Montse..

    ResponderBorrar
  8. Saluditos, gracias Santi por tu publicidad, siempre tan amable con mis escritos. Y sí ya soy abuela, leíste bien, mi primera nieta una preciosidad!! (pasión de abuela).
    Yo encantada de poderla disfrutar siendo aun joven, doble satisfacción.
    Besos a todo-as.

    ResponderBorrar
  9. (...)"...es como un extraño ritual de la muerte entremezclado con la alegría de la vida (efímera) y que se ve en rojo y negro, aunque, pensándolo bien..."(...).

    9.0 Hocicos.

    Saludos!
    K

    ResponderBorrar
  10. Gracias por este cuento. Es magistral. Conmueve, provoca, revuelve el corazón. No te deja igual después de haberlo leído.

    ResponderBorrar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

RANKING

Wikio – Top Blogs